Empate en el Olímpico

Bueno, ahora que tengo algo más de tiempo, vamos con la crónica del intenso partido jugado ayer en el Olímpico.
Lo más positivo de todo, sin duda, fue el punto logrado contra un gran equipo como la Penya Jove de les Roquetes, equipo situado en la cuarta posición y que se encuentra en un gran momento de forma. Aunque claro, el momento del Olesa, quizás sea uno de los mejores de los últimos años. Con el de ayer, ya van ocho partidos sin conocer la derrota, con cinco victorias y tres empates y esperemos que la racha siga.
La semana hacía pensar en un partido intenso que iba a jugarse en un barrizal, pero, el expectacular drenaje del Olímpic (seguramente es lo único bueno de ese campo donde todo parece degradarse sin remedio) había cumplido con su cometido, consiguiendo que no hubiera ni un sólo charco en el terreno de juego. Eso si, el campo estaba blandito, blandito, aunque por suerte ninguna rodilla se vio afectada.
Nuevamente José Luis, se quedó en la banda y dirigió el equipo con maestría, dosificándo los cambios y manteniendo la intensidad y concentración de todos y cada uno de los jugadores. Nuevamente y como suele ser habitual, hubo varios cambios en la alineación (6 en total). Salía pues, el Olesa al campo con la siguiente formación. Jony en la porteria, Sevillano y Pino en el centro de la defensa con Daniel y Fran en los costados. El pivote defensivo formado por Manel y Andrés, delante de ellos Toni, escoltado por Martínez y Guille en los extremos y finalmente en la punta de ataque Ferran, sólo ante el peligro. Esperaban su oportunidad en el banco, Mario, Dani, Marcos, Francesc, Carlos y Begara. Con Todos ellos, Emilio que ayer se pegó un panzón de correr con el Reflex en la mano.
Antes de entrar en la relación de los hechos, únicamente comentar algo del árbitro. Dirigía la contienda el ilustre Sr. Luis Antonio Muñoz Belcazar, más conocido como Lucho y probablemente el árbitro más malo de la tercera regional. Amante de las targetas como ninguno, y para muestra un botón, ayer en un partido duro pero no violento, sacó 15 amarillas y 4 rojas. Acabándose el partido nueve contra diez. En fin, un disparate!
El partido se inició con un emotivo minuto de silencio en recuerdo de la abuela de nuestro ayer capitán, Toni García. Ese circulo con 18 tíos abrazados, fue sin duda, un buen ejemplo de cual es el aire que ahora mismo se respira en el equipo. Sobran las palabras.
Bueno, voy al futbol que es lo interesante.
Desde el primer minuto se vio que la Penya tenía intención de llevar el peso del partido y pronto su centro del campo se apoderó del juego. Quizás el Olesa separó un poco las líneas, y los mediocampistas se vieron superados en número. Además, los extremos de la Penya, rapidísimos buscaban la espalda de los laterales continuamente, consiguiendo unas cuantas llegadas. Fran, nuestro lateral más rápido se vio varias veces desbordado por un velocísimo número 11. Por suerte, ninguna de esas jugadas acabó en gol. La defensa olesana era contundente y pese a las entradas por banda, conseguía repeler todos los balones.
En ataque no hubo demasiadas cosas que destacar, mucha verticalidad y ocasiones a balón parado. En una de ellas, tras un par de rechaces, la pelota cayó a pies de Martínez, que lanzó un magistral pase por alto, que Ferran, anticipándose al portero peinó a gol. Esta jugada fue muy protestada por los visitantes, porque Toni estaba en fuera de juego, pero no así Ferran. Corría el minuto 15 y nos adelantábamos en el marcador. Pero el árbitro empezó su rosario de targetas, con la expulsión del entranador visitante.
La Penya se volcó en ataque y se acercaba constantemente a la portería local, logrando incluso estrellar una pelota en el larguero. Sin duda Jony, sigue con su buena estrella. Hubo muchos lanzamientos de falta desde la frontal pero ninguno logró su objetivo. Pero el árbitro quiso ser protagonista y en una internada de un delantero de la Penya, que fue tocado (no derribado) por el portero fue sancionado como penalty. ¡Realmente increible! Nunca se pitan esos penaltys, además el delantero siguió la jugada y a punto estuvo de lograr gol. En fin, ya he hablado del trencilla anteriormente. Minuto treinta, empate a uno.
A partir de este momento, la ofensiva visitante fue total, aunque sin lograr claras opciones de gol. El sistema defensivo local era magnífico e incluso de vez en cuando se llegaba a la portería contraria logrando acciones de peligro. Así, de un saque de banda en el último minuto de la primera parte, Ferran sacó de banda y Guille desde la frontal del área chica, lograba el 2-1 con un magnífico testarazo.
Quizás, esta jugada es una muestra de como los pequeños detalles acompañan cuando todo va bien. Antes nunca lograbamos avanzarnos en el último minuto.
En el descanso José Luis decidió modificar el sistema colocando a Andrés en el centro de la defensa, desplazando a Sevillano al lateral izquierdo. Dani entraba sustituyendo a Fran y ocupando el espacio que dejaba Andrés en la media. El objetivo era parar al 11 y no acabó de salir bien, ya que el 11, en plan Correcaminos siguió siendo una constante amargura. Por suerte no logró marcar ni asistir a gol. Aunque el chaval acabó muerto de tanto que corrió la banda.
La Penya salió en la segunda parte volcada en ataque y el Olesa se replegó bien, esperando alguna contra de Guille, Ferran o Martínez. Algunas llegaron pero sin demasiado peligro. La Penya por su parte, atacó y atacó, logrando muchos centros al áreea y algunas faltas en la frontal, pero la defensa local las rechazó con cierta tranquilidad. Y cuando la defensa fallaba, Jony lo solucionaba con seguridad. Uno de los pocos fallos que hubo en la línea defensiva, acabó con un mal rechace de Pino que fue empalado en la frontal por el jugador número 10 logrando un gran gol y el empate. Era el minuto 20 de la segunda parte y quedaba un mundo. Mario acababa de sustituir a Toni, convirtiéndose en el segundo cambio local.
A estas alturas de partido, Emilio, ya había hecho más quilómetros en el campo que en toda la temporada. La verdad, que aunque el partido no era violento, había continuos choques y jugadores por tierra. Seguramente, más de uno se hizo el muerto más rato del estrictamente necesario. En fin, gajes del oficio, ¿no?
En una falta lateral, Daniel olvidó por un momento quien arbitraba y vio la targeta amarilla, lamentablemente un par de minutos después la mano se le fue hacia la pelota en medio de campo y vio la segunda siendo expulsado. Faltaban 20 minutos parecía que los puntos se iban a ir a Sant Pere de Ribes. José Luis, quitó a Guille para dar paso a Carlos, que ocupó el lateral derecho huérfano, tras la expulsión de Daniel. Cinco minutos después reforzó la banda izquierda introduciendo a Marcos en lugar de Martínez. Marcos, se presentó al jugador 11 haciéndole una buena entrada que fue amarilla y que pudo ser naranja. Pero, creo que el 11 no volvió a liarla. Por su parte, Carlos nada más entrar dejó solo a un jugador de la Penya que recibió una bola sólo solito en la frontal del área y por suerte pifió.
A falta de ocho minutos, en una contra de la Penya, Manel decidió parar al delantero de la única forma que pudo, recibiendo la roja. El Olesa se quedaba con nueve, más difícil aún. Por suerte, la Penya también perdió a un jugador por protestas. Francesc entró por Ferran que estaba perdido sólo ante el mundo y ayudó a cerrar defensivamente.
Así, no hubo tiempo para casi nada más. El partido acabó con un córner botado por la Penya a la derecha de Jony. La pelota fue despejada contundentemente de cabeza por Carlos y el arbitro pitó. Un punto para cada uno y el Olesa sube una posición ya que empata a puntos con la Palma a la cual vence en goal-average particular.

Lo dejo ya, que hoy creo que me he enrollado demasiado. La semana próxima nos toca una salida complida. Hay que ir a jugar a Sant Sadurní d'Anoia el domingo a la tarde.

Por cierto, escribiendo la crónica se me ha ocurrido una pregunta para mentes privilegiadas y seguidores del equipo. ¿Quién es el jugador que más goles ha marcado de cabeza? ¿Cuántos ha logrado? Podéis responder en los comentarios. La semana que viene digo la respuesta correcta. Ya pensaremos el premio de los acertantes.