divendres, 9 de setembre del 2011

El apóstol número 13

“Tú siempre has buscado la verdad; has encontrado su corteza, y ahora te falta profundizar en este conocimiento en la oración. No debes sentir nunca rencor hacia la Iglesia católica. Ella hace lo que siempre ha hecho, aquello para lo que está hecha cualquier Iglesia: conquistar el poder y luego conservarlo a cualquier precio. Un monje de la Edad Media la definió de forma realista: casta simul et meretrix, la casta puta. La Iglesia en un mal necesario, hijo mío; el abuso permanente de su poder no debe hacerte olvidar que encierra un tesoro, la persona de Jesús. Y que sin ella nunca le hubieras conocido.”




Creo que este párrafo, sacado de las últimas páginas, define claramente lo que se cuenta en el Apóstol número 13. Un libro de intrigas y misterios en torno a la figura de Jesús, donde la Iglesia católica no sale demasiado bien parada.

Este libro lo tengo en casa desde 2007, cuando compré varios libros influenciados por lo leído en El Codigo da Vinci. Libros donde, la Iglesia y los misterios que en torno a ella se pueden idear me atraían bastante. Es una novela agradable de leer, escrita en dos tiempos: en el presente un monje investiga sobre la posible existencia de un decimotercer apóstol y su relación con un Jesús mortal; paralelamente hay otra historia donde se relatan las peripecias de este apóstol 13 y sus seguidores así como la influencia que tuvieron en el Islam.

Es otro de los libros, donde se busca cualquier elemento del culto cristiano, se construye una sociedad secreta encargada de protegerlo y una serie de conspiraciones que se remontan al Renacimiento. Como no puede ser de otro modo aparecen los Templarios, siempre presentes de un modo u otro en este tipo de novelas. Los hermanos del Temple, son siempre ideales para prolongar cualquier secreto o tesoro cristiano de la antigüedad a la edad moderna. Novelas como: Iacobus o El último Catón de Matilde Asensi, La Hermandad de la Sábana Santa de Julia Navarro, El último merovingio de Jim Hougan, El final del circulo de Tom Egeland, Ángeles y Demonios de Dan Brown o La cena secreta de Javier Sierra, entre otros que he leído en los últimos años.

Quizás lo más curioso de todo es que el autor, Michel Benoît, fue monje benedictino durante 20 años e incluso trabajó en el Vaticano. Según explica colgó los hábitos, enfrentado con una Iglesia católica que no veía con buenos ojos sus trabajos sobre la vida y personalidad de Jesús. De hecho uno de los temas principales de la novela es una de las bases del actual cristianismo: ¿Resucitó Jesús tras su crucifixión o no?