dimecres, 9 de setembre del 2009

"no basta con jugar bien"

Leyendo uno de los diarios deportivos de Madrid as.com, me he encontrado estas declaraciones de uno de los tricampeones del año pasado: Aleksander Hleb. Uno de esos jugadores que hay de vez en cuando, que aún siendo mediocres consiguen un palmarés extraordinario por tener la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. ¿Quien no recuerda a Karembeu?
En fin, a lo que toca, la noticia es la siguiente:

En declaraciones al diario Prodobnosti, el centrocampista se atrevió a aconsejar al ucraniano Dmitro Chygrynskiy, último fichaje del Barça para esta campaña: "En Cataluña vive gente muy patriota, y el ucraniano tendrá que hablar en la lengua propia del lugar -el catalán- para que lo vean como algo suyo. Las hazañas en el terreno de juego no le garantizan ser aceptado". (la letra negrita la he puesto yo)
Y eso para que luego esos mismos futbolistas y todo el entorno que los rodea, diga que el fútbol no debe mezclarse con la política. Será que no debe mezclarse cuando a mi no me interesa. Cuando no quiero mojarme o cuando no quiero que la gente sepa lo que pienso y lo poco que me importa el bienestar global. ¿No?
¡Por cierto!, que leyendo estás declaraciones, parece que la integración a los hábitos y costumbres del lugar en el cual estás trabajando es algo innecesario. Yo siempre creí que era uno de los principales objetivos.
Queda claro pues, que el futbol y la política estan muy unidos y quien lo niega es que no entiende muchas cosas. ¿Tendría el fútbol la mitad de trascendencia actual si no estuviera tan politizado? yo sinceramente creo que no. No hay más que poner un ejemplo. El año pasado hubo un problema con los derechos de televisión entre las diferentes plataformas. Y a eso se le llamó la Guerra del Fútbol, conflicto, que aún está en tribunales y que ha sido comentado y analizado con diferentes perspectivas o intereses por todas las fuerzas políticas de este país. Y eso sin querer entrar a comentar las declaraciones de Valdano o Laporta. Hoy me quedo con las Hleb, ¿Se enteraría este buen muchacho de donde estaba viviendo?