Hace algunos días os hablé de algunas novedades literarias que habían salido a la venta y que me había apuntado a la lista de los deseos. Una de ellas, ya la he leído y voy a comentarla hoy, con cierta tranquilidad. Por cierto, que cuando hablé de novedades me olvidé de la última de Carlos Ruiz Zafón: El prisionero del cielo. Tercera de la saga de La Sombra del Viento.

Hoy hablaré de un libro que tiene un título parecido al de Ruiz Zafón, El nombre del viento y más concretamente, de su segunda entrega, llamada El temor de un hombre sabio. Obra escrita por el norteamericano Patrick Rothfuss.

El temor de un hombre sabio es la segunda parte de la Crónica del Asesino de Reyes, donde se explican las peripecias de Kvothe. Este segundo volumen, como dije en su día es muy extenso, casi 1.200 hojas que añadir a las más de 800 que tuvo la primera entrega, miedo me da pensar cuantas tendrá la tercera y seguramente última. Tantas páginas, hacen que algunos pasajes del libro sean un poco lentos y aburridos, al menos, para mí.

La Crónica del Asesino de Reyes cuenta la vida de Kvothe, un joven Edena Ruh (artista itinerante) que se ve separado de su familia con sólo diez años, cuando los misteriosos Chandrian atacan a su troupe. Esta horfandad le llevará a buscarse la vida como buenamente pueda, mendigando y aprendiendo a sobrevivir en la calle. Los innumerables conocimientos adquiridos en la primera parte de su vida, le llevan a aspirar entrar en la Universidad, cosa que logrará en el primer volumen de la trilogía. Es en este momento cuando la vida de Kvothe cambiará radicalmente. En el segundo volumen, Kvothe es un respetado alumno, que empieza a tener un halo de fama a su alrededor. Habrá llegado el momento de abandonar la Universidad para conocer otros pueblos y costumbres. Este viaje le llevará a los confines del mundo dónde aprenderá a defenderse por si solo.

Es una obra de fantasía, que podríamos situar en un mundo imaginario similar al del Medievo. La tecnología existente es igual a la de la Baja Edad Media, y la fuerza animal y los barcos de vela son los únicos medios de comunicación. La magia y sus innumerables artífices son lo que hacen de esta novela una novela de fantasía. Al margen de eso, no busquen en sus hojas elfos, orcos, hobbits u otras bestias de inspiración tolkiana. Aunque hay algunos monstruos y bichos raros, aquí todos los personajes son humanos y diferentes tipos de magos. Magia que en la novela es llamada: simpatía.

Es una novela espectacular y pese a los pasajes que se hacen más aburridos la incertidumbre sobre lo que sucederá con Kvothe se hace cada vez mayor. No hay que olvidar que la historia la explica el propio Kvothe, años después, cuando vive retirado en un pequeño pueblo trabajando de posadero. Seguramente, está es la gran paradoja de la historia, ¿cómo es posible que un tipo tan espectacular, que domina la magia, que lucha como el mejor guerrero, que tiene un gran número de habilidades manuales, que toca el laúd y canta como el mejor trovador que podamos imaginar, que habla numerosos idiomas, haya acabado de posadero en un pequeño pueblo?

Esperemos que este enigma se resuelva en la tercera obra, de la cual aún no hay fecha de publicación. Eso sí, habrá que ir haciendo pesas porque después del kilo y medio que pesa este volumen no quiero imaginar lo que pesará el tercero. Por cierto, que muchos pasajes de la novela, especialmente la investigación en la biblioteca y la presencia de magos me ha recordado mucho a un libro que escribió un amigo mío y que pude leer hace algún tiempo: La fuente de los deseos.

Para quien quiera saber más.