Bueno, después de más de veinte días sin escribir ni una sola palabra en el blog, creo que va siendo hora de actualizarlo un poco. Hay muchas veces que entre el trabajo y la incertidumbre del día a día, lo que menos te apetece es ponerte a escribir cosas en el ordenador. ¿Ydel fútbol? que vamos a decir, con la mala racha que llevamos.... En fin, llega el día de contar algo de estas tres últimas jornadas y más concretamente de la visita del Olivella.
Ayer domingo, cuando saliamos de casa hacia el campo, parecía imposible que se pudiera jugar el partido. Una densa cortina de lluvia, nos impedía la visibilidad durante el corto trayecto entre Ca n'Olivella i Can Xacó. Rapidamente nos refugiamos en la caseta del bar y contemplamos el diluvio. Vinieron los jugadores del Olivella y vieron como estaba el campo, evidentemente no habíamos podido marcar las líneas, y algunos charcos poblaban el escenario del juego. La lluvia, poco a poco, fue remitiendo y el horizonte clareó dejando ver el cielo azul. Los dos equipos dijimos que había que jugar y nos pusimos manos a la obra. Sacar el saco de cal, la cuerda para marcar y el carrito que pinta incluso encima de charcos de agua hizo su faena. Seguramente el carro de la cal fue construido por los romanos o los fenicios, tiene más años que el campo y para que la cal caiga, muchas veces hay que apretarla con un palo, pero pinta en cualquier terreno y viendo lo que nos sucede cuando vamos por estos campos de Dios, es para estar orgulloso. Por cierto, que el peor campo de la comarca, sea probablemente el de mejor drenaje del mundo. Antes de empezar el partido, prácticamente no quedaba agua en el campo. ¡Una maravilla!
Bueno, pasemos al partido. Como ayer nos dieron un baño, voy a entretener al personal con una crónica diferente, una crónica hecha desde el lateral derecho del campo y totalmente subjetiva. Si la hago convencional, será un rollo lacrimógeno terrible.
Pedro decidió hacer importantes cambios este domingo. En primer lugar, había que salir al campo a pasarselo bien y jugar al ataque. Así, que el planteamiento táctico fue más ofensivo, dejamos el defensivo 1-4-2-3-1, para pasar a un 1-4-3-3. ¿Era un suicidio? pensando en el resultado, quizás sí. Pero hay que hacer provaturas, y a la hora de la verdad los esquemas iniciales se diluyen en el campo, al volver cada jugador a su puesto más natural. Y el despliege táctico salta hecho trizas.
Al oir la alineación, vi con sorpresa, que me tocaba lucir el número cinco. Una camiseta titular (después de cinco partidos, se agradece) además vestía la última camiseta que Juanmi se ha puesto en el Olesa, algo que insufla un poco de energía extra. ¡Quizás es que aún olía al alcohol que sirve para despejarse las fosas nasales! Había más cambios. Edu, jugaba en el lateral izquierdo, Andrés volvía al centro del campo, después de su lesión en el campo de la Unión Sudamericana (última titularidad) y el resto más o menos los mismos de siempre. Quizás las suplencias de Toni y Fran fueron la única excepción a las habituales alineaciones. Así, el Olesa formaba de la siguiente forma: Jony en la porteria, centrales para Manel y Rodri, en los laterales Eduardito y yo, en el medio del campo, Dani, Andrés y José Luís, y por último, en la línea delantera, Martínez, Mario y Guille. Esperaban su momento en el banquillo, Marcos, Toni, Fermín, Fran y Bojan.
Empecé el partido despistado, deshubicado y quizás bastante frío. La misión era no rebasar la línea del mediocampo y estar atentos al delantero que caía en mi banda. Un chavalillo joven, con el diez a las espaldas y que me sacaba un par se pasos en carrera. Marcaje desde cerca, si se va un empujoncitoy y objetivo cumplido. Claro esa es la teoría, luego... a los pocos minutos de inciarse el juego, me encuentro en la banda con el 10 pegado a la raya de cal y con otro jugador a mi izquierda. Hay unas paredes en el mediocampo e intento cortar la bola ¡mierda, no llego! dejo al diez libre y le llega un pase en profundidad de fábula. Salgo tras él, como una exhalación, pero cuando voy a entrarle suelta un centro al segundo palo, donde llega otro delantero para remachar la bola a la red. Menos de cinco minutos 0-1 en el marcador de la hípica.
Nos miramos, y vemos caras de decepción. Intentamos hacerlo diferente y a la primera jugada de ataque descoordinación de la defensa y gol. No pasa nada hay que seguir jugando. Jony me pasa una bola, la controlo mal y el rebote se va hacia fuera, cuando la bola esta dos palmos fuera, la controlo, la meto dentro y sigo como si tal, el árbitro, no dice nada y saco un buen pase al medio campo. Me sube la moral, he resuelto un berenjenal, en el que me había metido. A medida que van pasando los minutos, voy entonandome y entro más en juego. El Olesa también, parece querer reaccionar. Andrés se hace amigo del capitán rival. Dani y José Luís controlan el centro del campo y Mario, Guille y Martínez intentan convinar en la delantera, creando juego de ataque, aunque sin excesiva claridad. Al cuarto de hora de partido, se repite la jugada del gol, por la banda contraria, un delantero consigue rematar de cabeza, Jony hace un gran paradón, pero la pelota vuelve al delantero, que sin pararla la chuta a puerta, yo llegaba por detrás de Jony, pero no me da tiempo ni a tirarme al suelo. 0-2. Parece injusto, dos contrataques, dos goles.
Seguimos, el juego, y fruto de ello, Guille agarra un balón en la frontal, se interna en el área y es arrollado por un defensa local. ¡Penalty! Martínez, coge la pelota, la planta donde indica el árbitro, da tres pasos atrás mira al portero, chuta y lo engaña, consiguiendo el 1-2. Segundo gol de Oscar en la temporada. Por fin, entramos en el partido, llevamos media hora, pero empezamos a crear algo de juego, y lo más importante hemos marcado un gol. El campo está seco, no hay agua en ningún lado y el sol empieza a calentar. ¡Quizás sea nuestro día! Pero la miseria del fútbol nos demostró que no. Unos pocos minutos después de marcar el gol, un pase al hueco por la central del área, acaba inexplicablemente dentro de la portería. Los dos centrales tenían la posición ganada y solo un delantero corría tras la bola, Jony sale a blocar y entre unos y otros la bola pasa de largo y besa las redes. 1-3 y parece todo el pescado vendido.
Aún así, personalmente, fue ese el momento en el que más agusto estaba físicamente. Corté varías bolas con la cabeza (que raro que no me pasaran por encima) e incluso recibí un choque arrollador depués de haber sacado la bola de dos o tres delanteros. Me rasqué el muslo, tengo el codo hecho polvo y encima el árbitro no consideró que fuera falta. Los últimos minutos de la primera parte los acabé con un par de subidas por la banda, si tocaba divertirse, esa es la mejor forma haciendo paredes con la media y buscando convinar con la delantera. Un atentísimo Dani, ocupaba mi plaza haciendo unas magistrales coberturas, y luego esperaba mi regreso. En ninguna de las subidas recuerdo que hubiera una contra peligrosa. Lamentablemente mis aproximaaciones al área de nada sirvieron, ya que no conseguí recibir ningún pase franco. Martínez tuvo una de las ocasiones más claras con un chutazo que salió a un metro del palo derecho.
Poco después al vestuario, con targeta amarilla de Rodri, por una discusión con un jugador visitante.
En el descanso, se inician los cambios. ¡Laterales, fuera! Edu y yo, cambiados por Fran y Marcos.
Tras la ducha, me senté en las gradas y contemplé lo siguiente. 3 goles del Olivella, a cual más experpéntico. Pocas ocasiones de los dos equipos y juego cansino. Injusta era la goleada del Olivella, pero poco más pudimos hacer contra un equipo muy bien posicionado. Entró Toni por Andrés, seguidamente Fermín por José Luís y a 25 minutos del final Bojan substituyó a Mario.
Lo peor: la segunda amarilla a Rodri, por una faltita. La expulsión de un jugador del Olivella y después la expulsión de Marcos. Con 9 contra 10 el árbitro pitó varios minutos antes de hora. Recogimos y para casa.
Así, desde la victoria contra el Begues no hemos puntuado y van cuatro partidos y además la derrota de ayer, fue la mayor goleada de toda la temporada. Quedan tres partidos por jugar, sólo uno en casa, y esperemos poder lograr algo más positivo.
Bueno, si alguien llega hasta aquí que lo haga constar en los coments. Y sino, lo entiendo ya que hoy es largo, largo, largo.
1 comentari:
Carlos, la verdad que se agradece que hagas la crónica y, aunque imagino que te cuesta mucho, ahí está, para que la lea el que quiera.
Yo hace poco que estoy en el equipo y desconozco mucho ( o todo ) de su historia e "historias internas" que pueda haber. Pero como en cualquier grupo siempre habrá cosillas, lo que siempre ha resultado bien, es hablarlo en el grupo o con los afectados directamente. Pero creo muy necesario una charla en grupo donde se exponga el tema directamente para que no se termine llevando el malestar al campo de juego, porque ahi tambien se nota.
Respecto al partido, el resultado habla de la efectividad del equipo visitante ( o desaciertos nuestros, je, je ), porque no han llegado muchas mas veces que los goles que nos metieron ... menos mal.
Tu actuacion fue de menos a mas en el partido, pero es verdad que a vos y a Edu les tocó bailar con los más rápidos.
En el segundo tiempo, los primeros 15 minutos los metimos en su portería ( o yo me hice otra película ), quizás si hubieramos marcado alli podría haber cambiado el resultado final ... pero tenemos la pólvora húmeda.
A ver si para la visita al Gavá podemos salir todos con la misma idea a la cancha ... Dani
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