Hace días que no escribo nada sobre libros y se me va a acumular la faena, en este objetivo que me he marcado de hacer un resumen de cada uno de los libros que voy acabando. En los últimos días he acabado La música del azar de Paul Auster y El laberinto de Kate Moose y pronto acabaré uno de Somoza, del cual hablaré más adelante.

Hoy voy a comentar el libro de Kate Moose, no confundir con la polémica modelo Kate Mose. Moose, es una escritora inglesa de cincuenta años que se adentró en el mundo de la literatura con una larga obra sobre el catarismo. El laberinto es una obra que está contada en dos momentos históricos: el año 2005 y principios del siglo XIII. El eje conductor de la novela es el tesoro oculto de los cátaros, secta religiosa cristiana que se desarrolló en el Lenguadoc durante los siglos XI-XIII. El catarismo, fue erradicado mediante una cruzada ordenada por el Papa.

Los cátaros o bons hommes, hacían una interpretación diferente de la biblia, que no gustaba a la iglesia y por eso fueron erradicados de la faz de la terra. La novela de El laberinto, me ha parecido demasiado larga. No hacían falta 800 hojas para contar esta historia, aunque no por su extensión se hace aburrida, simplemente, hay pasajes que podrían haberse resumido. Como sucede con muchos de estos libros tipo “Código da Vinci” aparecen los tópicos habituales con dos grupos o sectas diferentes: los protectores del secreto y los que quieren luchar contra él, etcétera. En fin, una historia entretenida y que permite hacer un viaje mental a una de las regiones más bonitas de Europa: el Lenguadoc, con Carcasona como capital. Por cierto que Carcasona, creo que es una de las ciudades amuralladas mejor conservadas de Europa, al menos de las que yo he visitado, y una de las más bonitas. Y conozco alguna otra como Dubrovnik, Ávila, etcétera.

De esta novela destaco el siguiente fragmento que contiene buena parte de la esencia de la novela.

“-¿Qué mejor manera de proteger un secreto que simularlo debajo de otro secreto? Apropiándose de los símbolos más poderosos y las ideas de los demás, asimilándolos… así es como sobreviven las civilizaciones.


-¿Qué quieres decir?


-La gente busca la verdad, y cuando cree haberla hallado deja de buscar, sin imaginar que debajo hay algo todavía más portentoso. La historia está llena de significantes religiosos, ceremoniales y sociales, robados a una sociedad para ayudar a construir otra. Por ejemplo, el día en que los cristianos celebran el nacimiento de Jesús de Nazaret, el 25 de diciembre, es la fiesta del Sol Invictus, que coincidía con el solsticio de invierno. La cruz cristiana, lo mismo que el Grial, es un antiguo símbolo egipcio, el anj, del que el emperador Constantino se apropió y modificó. In hoc signo vinces, <>, son las palabras que dicen que dijo al ver aparecer en el cielo la forma de una cruz. Más recientemente, los seguidores del Tercer Recih se adueñaron de la esvástica para simbolizar su causa, pero en realidad era un antiguo símbolo hindú de renacimiento”

En fin, una novela recomendable para aquellos que les gustan las historias medievales, con sectas religiosas y con búsquedas del tesoro.